TUTELAR ES PROTEGER A LAS PERSONAS MÁS VULNERABLES

Las sociedades actuales se han hecho cada vez más complejas, al igual que los modelos familiares, de este modo, han crecido intensamente las figuras de protección tutelar, que protegen el bienestar de personas vulnerables, así como sus derechos.

A menudo nos encontramos ante personas mayores con demencias, sin familia o con familiares que no pueden cuidarse. Por otra parte, personas con discapacidad intelectual, en las que se da el caso de que los padres y madres se van haciendo mayores y piensan, ¿quién se hará cargo cuando faltamos? O bien personas con enfermedad mental con poca red que necesitan acompañamiento y soporte en diversos ámbitos de su vida.

Para dar respuesta a estas necesitando, hace ya más de 20 años que nacieron las Fundaciones Tutelares, como la Santa María de Comabella, impulsada por Ampans para apoyar a colectivos vulnerables.

En primer lugar, siempre se genera un procedimiento judicial de incapacitación, en el que un juez/a determina la capacidad de decidir de la persona, así como los apoyos que necesita. Así, se puede procurar un mayor grado de intervención con una tutela parcial o total. Cualquier medida debe tener como objetivo respetar al máximo las preferencias y decisiones de las personas tuteladas, tal y como lo marca la Conferencia Internacional de Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad. Esta Convención remarca que debe velar por su bienestar, pero al mismo tiempo permitir que las personas tuteladas, sigan siendo protagonistas de sus vidas. Por tanto, trabajamos para mejorar su calidad de vida, defendiendo sus derechos y asegurando su futuro.
El apoyo a las personas tuteladas pueden ser muy diversos: acompañamiento en el ámbito de la salud, apoyo en su bienestar físico o emocional o bien la buena gestión de sus recursos económicos. Las entidades tutelares estamos sujetas a un estricto control judicial para garantizar la buena gestión y la transparencia en todos los ámbitos, debiendo dar cuentas ante la autoridad judicial, anualmente. Hay que aclarar, que el patrimonio y recursos económicos que las personas tuteladas tienen en el momento del fallecimiento, siguen su curso en relación con las herencias familiares y los herederos/as legítimos y, sólo en caso de donaciones quedan en manos de la Fundación .

A menudo, muchas personas vinculadas a estos colectivos vulnerables, se les añade la problemática de tener muy pocos recursos a su disposición, por tanto, desde la Fundación trabajamos para proveerles de una vida lo más digno posible, y encontrar los recursos residenciales, laborales o de apoyo social más adecuados que ofrece la red pública u otros recursos de AMPANS en ámbitos residenciales, soporte a la autonomía en el propio hogar, o de servicios ocupacionales.

La Fundación Tutelar Comabella quiere ser la entidad tutelar de referencia en las comarcas centrales, especialmente en el Bages y Moianès y, en el Berguedà en el ámbito de personas mayores y enfermedad mental, es por eso que nos ponemos al servicio de las familias y de la comunidad para asesorar y orientar en el proceso de incapacitación de personas vulnerables, a la vez que colaboramos en planificar su vida y futuro, junto con las personas de referencia. Sólo así conseguiremos crear una almohada lo suficientemente sólida para facilitar la vida de las personas que más lo necesitan.

Laura Vilagrà i Pons. Gerente de la Fundación Tutelar Santa Maria de Comabella