Preferentemente, será la propia persona quien se dirigirá al juzgado o al notario para solicitar la medida de apoyo que ella misma considere. Solo si la persona no puede expresar su voluntad o no es consciente de la necesidad de apoyo, alguien cercano a su entorno (familia, residencia, profesionales referentes) puede dirigirse al juzgado para notificar de la situación de vulnerabilidad de esta persona y solicitar una medida de apoyo.